¿Has escuchado sobre los 1.000 primeros días?
Se dice que es la etapa en donde más debemos esforzarnos por dar los mejores cuidados al bebé. Esta etapa abarca desde la concepción hasta los 3 primeros años de vida. Todo tiene su porqué: el crecimiento y la maduración del cerebro son rapidísimos en esos momentos, para que tengas idea durante este periodo el cerebro se duplica y el número de sinapsis neuronales crece exponencialmente. Lo que sucede con un niño durante esta etapa es determinante para su bienestar presente y futuro: el 40 % de las habilidades mentales del adulto se forman en estos primeros años.
Entonces cuando entendí la dimensión de los mil primeros días en mis hijos, con más ganas quiero darles lo mejor de lo mejor. Como ya tengo un conejillo de indias (mi hijo mayor), te puedo decir que cuidar mucho su alimentación en los primeros años me ayudó también a crear hábitos sanos, si hoy come algún vegetal, fruta o quinua es porque desde bebé fui creando el hábito. Por supuesto que luego te encuentras con el entorno de afuera, donde hay helados, caramelos, chocolates etc, y no pasa nada, pero el 80%-90% del tiempo donde comen los niños es en tu casa, así que concéntrate en ello . Te dejo este mensaje que me encanto: “Mil días para todo la vida»